"Pérdida total". Pérdida total fue lo primero que escuché por el auricular.
¿A quién le importa una computadora o un teléfono?
Cruzo los brazos.
Resultó más intrigante darme cuenta que uno necesite mucho más de lo que supone para salir de una infinita espiral. Imagino que dos o más es peor.
Qué curioso, no lo había notado pero es casi imposible.
Qué curioso, no lo había notado pero es casi imposible.
Es una muy tenue sensación de suciedad y de ausencia la que me visita
i n t e r m i t e n t e m e n t e
Alguien lo calificaría como una intervención y no me gusta, de por si la palabra intervención resulta violenta en si misma.
Pero yo prefiero tener visitas. Mientras, espero.
El tren, como de costumbre, pasa entre cada cinco o diez minutos para llevarte de un punto a otro.
Las palabras de repente brotan y descubren días nuevos, nuevos sueños, nuevas señales.
No está mal tener formas diferentes.
No está mal tener formas diferentes.
Las miradas se cruzan. Pero estoy casi seguro de que no genero confianza.
-¿Usted ha visto las olas? ¿Verdad que no dañan aunque le demos la espalda, aunque rigurosamente le donemos nuestras ofrendas?
¿Verdad que no?
- Si, si pueden.
No hay paredes, no hay desierto.
Camino, camino, camino.
Nadie está en desacuerdo con el futuro.
Hoy quiero cruzar imperceptible.
¡Salta, salta!
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