jueves, 8 de agosto de 2013

Sobre la marchita prueba del viejo futuro.

La forma obscena de las relaciones se permea. Cerrar ventanas y puertas porque dijeron en lengua casi olvidada que allá afuera ronda el ruido. Que ronda alrededor de los cuerpos, que los embarra de estridente sonido lo mismo por las tardes de tumulto que por las noches luminosas. Y los transforma, los vuelve otro, como a alguien a quien nunca imaginamos, como a alguien a quien nunca habíamos visto. Pero aseguran que de eso debería tratarse el futuro, de estar dispuestos y receptivos a la reestructura, a desalentar a lo lineal e incluso a no considerar como tragedia a la destrucción misma con el único fin de ejercer la libertad. El hecho de prescindir de un fin único y común, seguramente nos llevaría a ser menos violentos. No dejar entrar nada y volverse invisible. Hoy ése sonido me viste y sus frecuencias arropan con sueños mis deseos.

lunes, 8 de abril de 2013

Ardo

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Ardiendo estoy, me incendio entre ésta la gente civilizada que se come uno a otros, sin saludarse siquiera, que roba y que no hace nada. Comerse y deteriorarse encarnizadamente se ha convertido en deshonestidad y la civilización en una vulgar forma de ocultar la ausencia del progreso del alma.  Ardo cuando por las tardes el sol pasa directo, se inmiscuye de frente a las ventanas, las traspasa y dibuja su sombra amarillenta en la pared.
Ardo y todo me parece una argucia.

n: Cuando salgo a éstas calles diurnas, me despojo de todo, me quito de todo cuando salgo a caminar. ¿Me creerías si te dijera que cuando camino, cuando ando por la calle no les miro el rostro? 
c: ¿De verdad?
n: Si, se vuelven manchas de cualquier cosa, de ropas, de brazos y dientes, de sus lenguas. Se vuelven el sonido de sus pasos cuando pisan apresurados por absurdas razones el concreto inadvertido.
c: ¿Cómo? 
n: Aullando vi a un hombre desesperado corriendo de un lado a otro, aullaba a ésos a quienes al parecer nada les importa. Y nadie lo sujetó. Nadie  al hombre sin importancia aullando a los desconocidos lo ayudó.
c: ¿Nadie?
n: Si, ¿Conoces las puertas y las ventanas? Un día se cerró la puerta, un día alguien en algún momento solo cerró la puerta. La puerta se cerró y no dejó que pasara luz y eso mismo evitó que nos mirárarnos. Y ahora todos somos desconocidos y cerramos las puertas y hasta cuidamos de las manos ansiosas del desconocido.

Altero la geometría y describo en código morse la línea que ahora me dibuja, lo sé.
Me asusta la urgencia, olvidé lo de la migración de las aves, ambulo, vi morir a una medusa, fustigar con razón la culpa, carcomido,calcando el tiempo, no me despiertes. No me despiertes nunca.

Deambulo y le susurro al oído siempre que puedo: "Ven"

n: ¿Porqué veo puntos?
c: No es normal.
n: ¿Verdad que no?



Hoy sentí nervio cuando vi a los gusanos c o m i é n d o s e         l  a           c    a       r        n      e

sábado, 16 de febrero de 2013

Hoy está nublado


Me desnudo y duermo encogido en un sillón cuando me desbordo. En el sillón mas próximo me duermo como hecho bolita mientras pasan las horas incontables que debo evitar. Y debajo de éste aparente estado de calma hay nada. La nada y la calma me regresan entonces a la superficie y desde ahí veo que encima hay retazos, trozos de distintos tamaños que pueden ser contados por manojos. Cachos conforman una maraña tan indescriptible por tan variada. Minucias. La maraña, ésta que les digo, deja entrever pedacitos de tiempo que a alguien se le ocurrió cortar para poder contarlo  y repartirlo,  atomizarlo. Todo es visible a ras de superficie. En lo visible y contable concurren en muchas piezas de un algo que ya no existe y que acumulados a fuerza de tanto coleccionar han caducado y se amontonan como lo que no sirve. Pero lo puedo ver desde la superficie próxima, a ras de agua. ¿A dónde van todas las palabras en deriva?
Concuerdo. Estoy de acuerdo en que todos somos de lodo. En lodo y de lodo poquito a poquito nos convertimos y nos dimos cuenta de cómo el afrodisíaco sabor de lo prohibido emana tardíamente y termina mientras hacemos nada por evitarlo. Y la carne, la carne también se consume, se olvida  y se vuelve casi como el lodo. 
Uno regresa hasta volverse especialista en partir, especialista en centrar los círculos con todas sus variaciones,  diestro en no perder la cabeza ¿Porqué debería permanecer? Anda, cuéntame más historias mientras los días pasan como el vaho que sale de las plantas por la mañana después de la lluvia o después de que les he tirado un poquito de agua. Porque tienes razón, todo está bien y lo afirmas mientras se quema el sonido, mientras no volteemos, mientras volteamos para ignorarnos. Se puede ser despreocupado ante muchas cosas pero no indiferente y la indiferencia me causa un poco de miedo, un poco de temor a que se expanda porque tiene el mismo comportamiento del sonido aunque la indiferencia misma no tenga una expresión física, palpable, pero que casi por condición, invita a replegarse, a ceder y a oscilar en éste rugoso estado de calma aparente vista desde el suelo, todo desmembrado, todo formando una maraña. Dime tu si no es verdad que se siente ajeno, anda, no me digas que no es verdad, no me digas  que sabes que vamos en todas direcciones al mismo tiempo y al final estamos parados de espaldas unos a otros, al final terminamos en donde termina el círculo. Estamos perdidos y queremos vivir.



Volví a encender la luz solo para que me avisaran que me desmayé nuevamente. Un día me caí y supongo que la luz encendida me avisó que solo a ras de suelo se pueden ver los pedazos de tiempo ahí abandonados.

Apago la luz.
c: Promete que hoy no te caerás.
n: Hoy no

lunes, 14 de enero de 2013

En algún lugar

Encontrar un lugar en un mundo invisible al propio, otro invisible no se volvió un poco obsesivo.Quizá algo deba detenerme ¿No? Quizá sea urgente pausar y respirarme en la boca para sentir lo frágil del sonido. ¿Ves?, el dolor no se detiene. El helecho se murió.Desde hace días -creo que desde un inicio- el cuarto que ahora habito me ha dicho que en cualquier momento debe ceder.Y tendrá que hacerlo.Me lo susurra sin ninguna emoción, así como ocurre con bastantes cosas. Y el sonido se va alejando silenciosamente de éste manojo de sonrisas tristes hasta alejarme a mi también. Confieso y me aseguro de permanecer quieto y entregado al instante mismo del colapso. Como bien preciso tiene que ser. Ésto hizo que unas tardes se ataviaran de gris y oxido, que unas otras decidiesen caminar por ésta mansedumbre generalizada sin mirar, sin sujetarse. A mi me crujió algo dentro de una caja ¿Lo sabes? Una caja dentro de otra, así: Indefinidamente. Y alguien se llevó mi cuerpo. Si no, ¿Qué le dice a usted la palabra absorción?¿No le gustaría dejar de respirar si usted respirara y respirase éste aire, ligera sensación viva, absolutamente enrarecido?Las tenues sombras que produce el ventanal por las tardes y que contrastan por las noches también lo mencionaron, lo puntualizaron: Recuperar la vida. Dijeron al oído. Y llenaron al abismo. Pero una ley física impide que permanezcan así como ocurre con todas las cosas. Correr correr correr correr correr y correr y correr y correr y correr y correr y correr y correr y correr y correr y correr hasta que los murmullos se disipen.





Hoy no voltearé.